Beto Silva ¿a la local? / Renato con suerte
Ha trascendido que después de librar su desafuero ante la Comisión Instructora del Congreso de la Unión, el legislador federal Alberto Silva Ramos estaría buscando convertirse en candidato a diputado local por Tuxpan tratando de extender su fuero en Veracruz. Obviamente, por aquello de las malditas dudas.
El programa social emprendido por el ex Coordinador de Comunicación Social en el gobierno de Javier Duarte denominado “Tuxpan Firme” (el cual consiste en la entrega de techos y pisos de cemento) tiene el metódico propósito de caminar en su demarcación territorial reposicionándose con miras al 2018.
Burlesco, insólito y hasta desequilibrado para algunos, pero cierto.
Naturalmente a Beto Silva (como a muchos otros) les urge extender los privilegios legislativos y más al famoso “Cisne” quién fue el encargado de golpetear con gran ímpetu al ahora gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares, personaje que luego de obtener su victoria juró venganza contra el “Pavorreal”, ante las múltiples embestidas que propinó el también ex titular de Sedesol en el estado, todas ellas en redes sociales.
Es cierto, el encargado de las vendettas del gobernador Yunes ha salido medio disfuncional, ya que la negativa del juicio de procedencia contra este personaje es un palo más para el Fiscal General Jorge Winckler Ortiz, pero de una u otra forma el tiempo le llegará a don Beto y tiene que buscar resguardo.
Ya sin los reflectores y el aparato gubernamental de antes, Silva se encuentra iniciando sus recorridos en lo que es la cabecera distrital en la búsqueda de la consolidación de su capital político, ya que evidentemente luego del desastroso ejercicio gubernamental de la pasada administración, este se quedó por los suelos.
Calladamente el diputado tratará primero de medirse en la aceptación ciudadana, también empezara a reencontrase con los grupos políticos (a los cuales olvidó) para luego hacer el intento de llegar a la legislatura estatal con todos los beneficios que esto representa.
Ya veremos si le pega o no, pero lo cierto que en Veracruz en su mayoría todo lo rojo en política apesta a flores de muerto y las posibilidades de éxito son inciertas.
Pero bueno, esperemos a ver qué pasa.
POR CIERTO, dicen que quien sabe a qué santo se ha de encomendar el líder del PRI en el estado Renato Alarcón Guevara, ya que cada vez que se encuentra listo su relevo, sucede algo que lo tiene que mantener allí, aunque todos lo masquen, pero no lo traguen.
En esta última ocasión, ya casi estaba lista la llegada de Fidel Kuri al C.D.E. al Revolucionario Institucional, pero gracias al caso “Yunete” Renato tuvo que salir a la palestra arropado por los senadores priistas, y los coordinadores de los diputados locales y federales, acción que le dio oxígeno para unos meses más.
Incluso, dicen que Alarcón Guevara cuenta con tanta suerte que aunque al partido se lo esté llevando el tren electoral, este personaje posiblemente asegurará una posición plurinominal en la próxima legislatura hecho que ya cacareado y presume por todos lados.
Ya veremos si los priistas premian o no con una diputación al hombre que está considerado como el peor líder en la historia de este partido político en Veracruz.
@IvanKalderon